De cuando algo te atraviesa

Con muy pocas cosas soy constante, una de ellas es el medio expresivo.

Desde chica me moví más cómoda en situaciones donde me expresaba con imágenes.

Hoy, continuando con mi búsqueda de espacios (en el sentido más profundo de la palabra), abrí un placard en el que aún tengo trabajos que son producto de mi paso por la carrera de Artes Visuales con orientación Escenográfica. Al principio era un placer, pero con el tiempo me fue ganando el aparato público-burocrático del IUNA, en donde cursar era realmente un suplicio. Aulas sin la seguridad necesaria, en muy mal estado, un edificio alquilado sin una mínima pizca de criterio, rector puesto a dedo por el gobierno de "Carlo" y tantas otras cosas hechas sin sentido común.

Cursé 35 materias y largué todo con las ganas de finalmente encontrarme en un lugar que me haga sentir bien y en el cual pueda desplegar mi manera de ver lo que me rodea.

Algunas son producto de consignas en el ámbito académico, hechas para aprobar al final del cuatrimestre, pero tengo la seguridad que tienen todo de mí.

Encontré unas cuantas cosas, algunas creo que las tiraré como tantas otras que ya pasaron a mejor vida. No puedo seguir juntando papeles porque sino voy a necesitar vivir en un galpón. Es por esto que decidí sacar fotos y guardármelas, de mantenerlas conmigo.

Ahora bien, también me dieron ganas de sacar fotos a algunas cosas que tengo atesoradas. La realidad es que este es mi diario, en el pongo las cosas que me pasan. En este caso sentí la necesidad de escribir sobre esto que tanto me marcó, me marca y me seguirá marcando. Que me atraviesa con momentos de placer, de catarsis, de enojo, de melancolía, de risas, de amor, de alegrías.

Se trata de conectar con lo más interno de mí, son momentos de desconección del exterior muy necesarios. Desde el instante que algo entró en mi cabeza, recorrió mi cuerpo y volvió a salir, lo hizo con la certeza de que algo de mí se llevó, pero no para siempre, ya que al verlo materializado vuelve a entrar de una forma enriquecida, es una cuestión cíclica.

Capaz a alguno esto le suene retorcido, pero ese es un problema del que no sepa disfrutarlo, porque la verdad que la experiencia de repensarse es una parte interesante de transitar, me da la posibilidad de descubrir aristas que no imaginaba tener.