28 julio 2007

Mi sábado comenzó al mediodía, me desperté con un poco de dolor, desayuné y acto seguido me entregué de nuevo a los efectos del diclofenac.
Volví a la cama y me dispuse a hacer un poco de zapping...friends, los simpsons, algun ranking raro en E!, en fin no sabía que mirar hasta que llegué a NatGeo y finalmente me instalé en un solo canal.
Al principio creí que era un documental de Cóndores, hasta que en un momento la historia sufrió un cambio y debo confesar me puso triste. Puede ser que me siento un poco pachucha, pero lo que estaba viendo me conmovió.
No era un documental sobre cóndores, era RealFilms, estaban pasando la historia de Angelo D'Arrigo. En realidad está centrado en el último trabajo que realizó y no pudo terminar debido a un accidente aéreo.

"...Hace sólo dos años, D’Arrigo adquirió dos huevos de cóndor de los Andes que se encontraban en poder de una universidad austriaca y decidió que intentaría ser la madre de los polluelos, sin cuya ayuda los cóndores rara vez aprenden a volar. Los incubó en un nido que construyó especialmente para ellos en su granja de experimentación aviaria, en las faldas del monte Etna, en Italia. El nido lo recubrió con un parapente blanco y negro, para que los polluelos se fueran acostumbrando, desde un principio, tanto a su presencia como a su forma. Esto, solía decir el ornitólogo, no era otra cosa que seguir la técnica de imprimación que empleaba el psicólogo conductista Conrad Lorenz padre de la Etología, o “ciencia de la conducta” con el fin de mantener a las aves en permanente contacto con su madre. Incluso antes de acabar la incubación en sí, D’Arrigo comenzó a hablar a los polluelos a los que había puesto los nombres de Maya e Inca, respectivamente con el propósito de que éstos se fueran acostumbrando al sonido de su voz. Regularmente, solía salir de paseo en su aparato, llevando comida en él para volver a darles de comer. Durante los últimos meses, y conforme los polluelos continuaban creciendo, D’Arrigo les había estado dando clases de vuelo alrededor del monte Etna. Todo iba tan bien, que su esperanza era poder soltarlos en su hábitat natural, los Andes peruanos, a finales del año 2006. Pero D’Arrigo, el Ícaro de Ícaros, el hombre pájaro, el cóndor humano, perdió la vida absurda y paradójicamente mientras viajaba como pasajero en un avión ligero pilotado por un amigo suyo, en el transcurso de una exhibición en Sicilia. El aparato capotó y cayó a plomo contra el suelo. Ambos fallecieron en el fatal accidente." (lo saqué de acá)
Era un tipo que evidentemente ponía pasión en lo que hacía. Buscando mas info encontré esto.
Admiro a quienes se animan a realizar sus ideas, disfruto de ver a la gente que practica ala delta, parapente, paracaidismo, etc. Yo no paso de un vuelo en avión, de hecho amo viajar en avión, pero de ahí no paso.
En fin, lo que me terminó de conmover fue el laburo que hizo con dos pichones de cóndores: Maya e Inca. Amé la relación que pudo construir sobretodo con Inca, no pensé que se puede conseguir interacción como esa con un cóndor! me flasheó. Inca realmente aprendió de Angelo todo lo necesario para volar. Al principio Inca solo se quedaba parado mientras Angelo se tiraba con parapente en las montañas de Sicilia, realmente lo observaba. Contaron que estuvo 6 semanas yendo con Inca a la montaña y podía estar sentado junto al cóndor ,que literalmente lo acompañaba como lo hacen los perros, osea había demostraciones de cariño de Inca para Angelo y viceversa.
Pasaron los días hasta que llegó el instante en que Angelo como siempre se tira con su parapente e Inca abre sus alas, siente el viento a través de ellas y se anima a volar. Acá casi lloro. O yo estoy muy sensible, o esto enserio que conmueve.
Después ocurre el accidente en el cual fallece, y su esposa junto a su hijo y un amigo y discípulo de Angelo, deciden culminar el proyecto. Viajan a Perú con Maya e Inca y, luego de muchos escollos burocráticos típicos de estas latitudes, concretan el sueño de Angelo liberando a los cóndores en la zona del Valle de Urubamba, donde se encuentran lugares sagrados de la antigua cultura peruana inca.
Final feliz y todos emocionados, aunque sin Angelo, pero a juzgar por como pudo conectarse con estos pájaros, seguramente el estuvo por alguna parte acompañando el vuelo de sus amigos.




Man, donde estés ojalá sigas disfrutando lo que tanto te apasionó.
Desde este blog apoyamos a quienes se animan a seguir su vocación, su pasión, su amor y todo aquello que nos hace cada día un poquito mejor.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Grazie pei i complimenti! Anche il tuo blog è molto belo!
Ciao! :D

wallychoo dijo...

Excellent, me encanto esta historia.

Abrazo

GusCam dijo...

Que emocionante. Tuve la chance de volar en ala delta y parapente y es en el 1ro en que uno experimenta lo mas cercano a ser un pajaro, la libartad y el viento en la cara...Esas historias de conexion hombre-animal siempre conmueven porque es como volver a los origenes, de cuando el hombre era un animal mas y vivia en armonia con el resto. Gracias por darlo a conocer.

Ayelén dijo...

Viste? si podés encontrarlo en la grilla de programación no te lo pierdas esta re lindo.
Ojalá algún día me anime.
Saludos.